Nació en Buenos Aires, Argentina. Ha realizado muestras en su país y en el exterior. En la célebre región de Cinque Terre, situada en la Liguria, al norte de Italia, consumó y expuso en 2007 toda su obra plástica de raíz afín al paisaje. Sin embargo, esencialmente, su figuración nace de un sentido indigenista y africano, dada su admiración por los muralistas mejicanos Rivera, Orozco y Siqueiros. No obstante, hay una sutil divergencia: cubre sus obras con un follaje fecundo y de llamativa sensualidad. Sobre su exposición de 1997, Rosa Faccaro, importante crítica del diario "Clarín" de Buenos Aires, escribió en la revista "Generación Abierta" del mes de octubre: "Dentro de un planteo similar algrupo muralista argentino Espartaco, con acercamiento a Mario Mollari y Elena Diz, su figuración se presenta en una síntesis constructiva monumental. La diferencia con estos artistas se establece en la relación figura-fondo, ya que las figuras de Norma Daneri buscan el paisaje mesoamericano. La fuerte y exhuberante naturaleza, es el marco que presenta en el espacio que rodea sus desnudos femeninos. En las obras de caballete, Diego Rivera es otro paradigma que Norma Daneri toma como referencia para desarrolar una figuración de interesante sentido indigenista. Se ve en esta muestra otra línea de mayor intimismo, donde se respira un clima y una atmósfera psicológicos. Seres agrupados en recintos cerrados presentan una problemática urbana, lejanos a los planteos enunciados en sus desnudos". Luego, incómoda por alegatos racistas a causa de la cercanía a la negritud de gran parte de su obra, la artista se dedicó a reflejar el mundo del baile del tango, donde cosechó innumerables éxitos, dados sus originales trazos, versátiles e irónicos. Otro gran diario de la Argentina, "La Nación", expresó en su edición del 13 de febrero bajo el título "Colorida mirada pictórica sobre el pasado": "Con obras como Servidumbre, La espera, Maíz del sustento y Bodas, Daneri trasmite desde ellas y con singular fuerza el sometimiento de culturas ancestrales y su lucha en la tierra para sobrevivir (...) Además, con acrílicos como Esquinazo, Papusa, Firulete, Milonguita, Nostalgias y Sentimental, entre otros tantos, retrata con perfección momentos del dos por cuatro". Por su parte, el escritor Alberto Daneri apuntó en el catálogo de una muestra: "Una pintura sensorial, con una anécdota existencial. Los cuerpos no existen por sí mismos, sino por el lugar privilegiado que la artista les otorga dentro del cuadro. La figura humana está en el centro de sus obras y el tratamiento del espacio, igual que la composición, recuerdan, con un realismo muy particular, tanto la lucha por la vida actual como el vibrante ejemplo pictórico del ayer, mediante claras metáforas que superan a los primitivos, construyendo un espacio que carece de fragmentación, para conducir nuestra mirada con notable sensibilidad".